¿Qué ocurre en nuestro cuerpo durante el embarazo? ¿Y durante el parto?
Cambios en el embarazo y el parto
El embarazo es el proceso de desarrollo de un bebé en el útero durante aproximadamente 40 semanas, culminando en el parto, donde el bebé es entregado a través del canal vaginal o por cesárea. Este periodo implica cambios físicos y emocionales significativos para la madre.
Cambios en el embarazo y el parto
El embarazo es el proceso de desarrollo de un bebé en el útero durante aproximadamente 40 semanas, culminando en el parto, donde el bebé es entregado a través del canal vaginal o por cesárea. Este periodo implica cambios físicos y emocionales significativos para la madre.
Embarazo y parto
Modificaciones Fisiológicas Durante el Embarazo:
- Sistema Cardiovascular: Durante el embarazo, hay un aumento en la demanda de oxígeno periférico y en el gasto cardíaco. Esto se traduce en un aumento de la frecuencia cardíaca, el volumen sistólico, el volumen minuto cardíaco, la cantidad de hematíes y el volumen plasmático para satisfacer las necesidades tanto de la madre como del feto.
- Sistema Respiratorio: El embarazo lleva a un aumento en la ventilación minuto en reposo y en la frecuencia respiratoria para proporcionar oxígeno adicional necesario para el cuerpo y el feto en crecimiento.
- Sistema Renal: Los uréteres se dilatan durante el embarazo, lo que puede provocar polaquiuria (micción frecuente) y urgencia miccional, siendo más notable hacia el final del embarazo debido a la presión ejercida por el útero en crecimiento.
- Sistema Gastrointestinal: El embarazo puede causar modificaciones en el apetito, así como náuseas y vómitos, que están relacionados con la hormona hCG y la producción de estrógenos. Además, las mujeres embarazadas pueden experimentar estreñimiento, reflujo y hemorroides debido a los cambios en el sistema gastrointestinal.
- Metabolismo: Durante el embarazo, hay un aumento generalizado en el metabolismo para satisfacer las demandas energéticas del feto en crecimiento y de los cambios fisiológicos en el cuerpo de la madre.
- Piel: El embarazo puede llevar a la formación de estrías en la piel debido al estiramiento, así como al aumento de la pigmentación en áreas como la zona alba, la vulva y los pezones. También pueden aparecer arañas vasculares debido al aumento del flujo sanguíneo y un aumento en las glándulas sudoríparas y sebáceas.
- Sistema Musculoesquelético: Durante el embarazo, se produce hiperlaxitud ligamentosa debido a la hormona relaxina, lo que puede llevar a una mayor flexibilidad pero también a una menor estabilidad articular. Además, puede haber hipotonía muscular y alteraciones biomecánicas debido al cambio en la distribución del peso corporal. Estos cambios son adaptaciones normales del cuerpo para facilitar el embarazo y el parto.
El parto
El período del parto es un evento fundamental en el ciclo de vida humano, y se considera un embarazo a término cuando se encuentra entre las semanas 37 y 41 de gestación. En los días previos al parto, la madre puede experimentar contracciones uterinas intensas, conocidas como contracciones de Braxton-Hicks. Estas contracciones son una señal del cuerpo, preparando el cuello del útero para el parto. A menudo, en esta fase, también se expulsa el tapón mucoso, otro signo claro de que el cuerpo se está preparando para el proceso del parto.
Trabajo del Suelo Pélvico: Preparación Esencial Durante el Embarazo
La preparación del suelo pélvico es esencial, y debe comenzar durante el embarazo mismo. Este enfoque proactivo tiene varios propósitos cruciales. En primer lugar, ayuda a prevenir problemas comunes como la incontinencia y el dolor de espalda, proporcionando una base sólida para la madre durante el embarazo y el parto. Además, trabajar el suelo pélvico mejora significativamente el control sobre los músculos involucrados en el parto, facilitando el proceso y ayudando a la madre a lidiar de manera más efectiva con las demandas físicas del trabajo de parto.
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Al incorporar ejercicios específicos y técnicas de fortalecimiento del suelo pélvico durante el embarazo, las mujeres no solo están preparando su cuerpo para el parto, sino también para una recuperación más rápida y efectiva después del nacimiento del bebé. Esta preparación cuidadosa y proactiva es un aspecto integral del cuidado prenatal, apoyando la experiencia del parto y promoviendo la salud a largo plazo tanto para la madre como para el bebé.
Estrategias para prevenir disfunciones en el embarazo y el parto
Las estrategias para prevenir disfunciones durante el embarazo y el parto son fundamentales para garantizar la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. Estas estrategias se dividen en tres categorías: primarias, secundarias y terciarias.
Estrategias Primarias: Modificación de Factores de Riesgo
- Ejercicios del Suelo Pélvico: Los ejercicios específicos para fortalecer el suelo pélvico ayudan a preparar los músculos para el parto, reduciendo el riesgo de disfunciones posteriores.
- Evitar Estreñimiento: Fomentar una buena postura, actividad física regular y una dieta equilibrada, junto con limitar alimentos que puedan causar estreñimiento, contribuye a mantener la salud intestinal.
- Masaje Perineal: Realizar un masaje perineal diario durante las últimas semanas del embarazo puede ayudar a preparar los tejidos para el parto, reduciendo el riesgo de desgarros.
- Corrección Postural: Incorporar ejercicios posturales, estiramientos y tonificación de la faja abdominal y el suelo pélvico contribuye a mantener una postura adecuada durante el embarazo y el parto.
- Episiotomía Restrictiva: Limitar la realización de episiotomías solo cuando sea necesario, en lugar de aplicarlas de manera protocolaria, puede reducir el riesgo de lesiones en el perineo.
- Parto Espontáneo y Uso Cauteloso de Instrumentos: Optar por partos espontáneos en lugar de intervenciones con fórceps, y preferir ventosas en lugar de fórceps cuando sea necesario, minimiza el riesgo de lesiones perineales.
- Cuidado Delicado del Periné en la Fase Expulsiva: Un cuidado atento del periné durante la fase expulsiva del parto puede ayudar a evitar desgarros y reducir el trauma perineal.
- Pujo Fisiológico: Permitir que el proceso de pujar sea natural y respetar el ritmo fisiológico del cuerpo puede prevenir lesiones y reducir la presión sobre el suelo pélvico.
Estrategias Terciarias de Prevención: Atención Postparto
- Cuidados Postoperatorios para Episiotomías y Desgarros: Proporcionar cuidados adecuados para las episiotomías y desgarros ayuda en la cicatrización y previene complicaciones a largo plazo.
- Evaluación Articular de la Pelvis y el Coxis: Valorar la integridad de las estructuras óseas de la pelvis y el coxis es esencial para abordar cualquier disfunción y evitar problemas crónicos.
- Reeducación Abdominolumbopélvica: La fisioterapia especializada puede ayudar a las mujeres a recuperar la fuerza, la flexibilidad y la funcionalidad de los músculos abdominales, lumbares y pélvicos después del parto, previniendo así problemas posteriores.