Trastornos del sueño
Trastornos del sueño en niños y pre-adolescentes
Los trastornos del sueño en niños se refieren a alteraciones significativas en los patrones normales de sueño que afectan negativamente su calidad de vida, desarrollo y funcionamiento diario. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas formas y tener múltiples causas.
Algunos trastornos del sueño incluyen: terrores nocturnos, sonambulismo, apnea del sueño, pesadillas, etc.
Terrores nocturnos, ¿qué son?
Los terrores nocturnos son episodios de miedo intenso que ocurren durante el sueño profundo en niños. Durante un terror nocturno, el niño puede mostrar síntomas como gritar, sudar, tener una respiración acelerada y parecer desorientado. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos suelen ocurrir en las primeras horas del sueño y el niño no recuerda el episodio al despertar.
Estos episodios pueden ser desconcertantes y angustiantes tanto para los niños como para sus padres, pero generalmente no representan un problema grave de salud mental. Los terrores nocturnos suelen desaparecer con el tiempo a medida que el niño madura, pero si persisten o causan un malestar significativo, es recomendable buscar el apoyo de un profesional para evaluar y abordar el problema.
En la mayoría de los casos, los terrores nocturnos no requieren tratamiento específico, pero se pueden implementar estrategias para mejorar la calidad del sueño y reducir la aparición de los episodios, como establecer una rutina de sueño regular, crear un ambiente tranquilo y seguro en el dormitorio y asegurar que el niño esté descansado antes de acostarse.
Sonambulismo, ¿en qué consiste?
El sonambulismo en niños es un trastorno del sueño caracterizado por caminar o realizar actividades mientras el niño está dormido. Durante un episodio de sonambulismo, el niño puede levantarse de la cama, caminar por la habitación o incluso salir de la casa, todo esto mientras permanece en un estado de sueño profundo. El sonambulismo generalmente ocurre en la primera mitad de la noche y puede durar desde unos pocos minutos hasta media hora.
El sonambulismo en niños puede ser desencadenado por diversos factores, como la falta de sueño adecuado, el estrés, los cambios en la rutina o la predisposición genética. Aunque los episodios de sonambulismo pueden ser desconcertantes y preocupantes para los padres, en la mayoría de los casos no representan un problema grave de salud mental. Sin embargo, es importante tomar medidas para garantizar la seguridad del niño durante los episodios de sonambulismo, como asegurarse de que las puertas y ventanas estén cerradas, mantener el entorno libre de objetos peligrosos y guiar al niño de manera segura de regreso a la cama si es necesario.
Síntomas de los trastornos del sueño
Los trastornos del sueño en niños pueden manifestarse a través de diversos síntomas. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Dificultad para conciliar el sueño: El niño puede tener problemas para quedarse dormido, pasar mucho tiempo dando vueltas en la cama o necesitar la presencia de un adulto para conciliar el sueño.
- Despertares frecuentes durante la noche: El niño puede despertarse varias veces durante la noche, lo que interrumpe su sueño y dificulta su descanso adecuado.
- Sueño agitado o inquieto: El niño puede moverse mucho durante el sueño, tener movimientos corporales repetitivos o presentar episodios de agitación.
- Pesadillas y sueños perturbadores: El niño puede experimentar sueños intensos, vívidos o aterradores que lo despiertan y causan angustia emocional.
- Somnolencia diurna: El niño puede mostrar signos de somnolencia durante el día, como bostezos frecuentes, falta de energía o dificultad para mantenerse despierto en situaciones que requieren atención.
- Cambios en el comportamiento: Los trastornos del sueño en niños también pueden manifestarse a través de cambios en el comportamiento, como irritabilidad, dificultades para concentrarse, hiperactividad o cambios en el estado de ánimo.
Estos síntomas pueden variar dependiendo del tipo de trastorno del sueño que presente el niño. Si se sospecha de un trastorno del sueño, es recomendable buscar la evaluación de un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento específico.
Tratamiento por parte de un psicólogo infantil
El tratamiento de los trastornos del sueño con enfoque psicológico puede involucrar diversas estrategias y técnicas, estas son:
- Terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I): Es un enfoque terapéutico ampliamente utilizado que se enfoca en identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen al insomnio. La TCC-I puede incluir técnicas como la higiene del sueño, la restricción del tiempo en cama, la relajación muscular y la reestructuración cognitiva.
- Terapia de relajación: Se utilizan técnicas de relajación, como la respiración profunda, la relajación muscular progresiva o la visualización guiada, para ayudar al niño a reducir la ansiedad y promover la relajación antes de dormir.
- Terapia de manejo del estrés: Si el trastorno del sueño está relacionado con el estrés o la ansiedad, se puede trabajar en técnicas de manejo del estrés, como la identificación y el manejo de los desencadenantes del estrés, la resolución de problemas y el establecimiento de rutinas relajantes antes de acostarse.
- Terapia de exposición y desensibilización: Si los trastornos del sueño están asociados con miedos específicos, como pesadillas o terrores nocturnos, se pueden utilizar técnicas de exposición gradual y desensibilización para reducir la intensidad y la frecuencia de los episodios de miedo.
Además de las sesiones individuales con el niño, como siempre, es muy importante la colaboración de su entorno y sobre todo de sus padres. El psicólogo seguramente establezca pautas y consejos que se deben mantener en casa con el niño.